Alguno habrá leído el titular y habrá dicho «vaya con el Einstein este«, pero es verdad. ¿No os habéis preguntado nunca como es que el hielo (que no es más que agua helada) flota en el mismo agua? ¿Cómo es posible?
Pues este fenómeno es debido a que el agua, a la hora de congelarse, pierde densidad (la relación entre la masa de un cuerpo y el volumen que ocupa). Esto significa que, al congelarse, ocupa más volumen que en su forma líquida.
Procedencia de la imagen aquí.
De ahí el principio de Arquímedes: Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo, recibe un empuje de abajo hacia arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja.
Diréis: «Explícate mejor listillo«, bien. ¿Habéis probado alguna vez a meter una botella de agua en el congelador? Apuesto a que si la dejáis mucho tiempo dentro, ésta se congela y revienta. ¿O no?
Esto explica el hecho de que los icebergs floten en el agua (un monstruoso conjunto de hielo tiene que pesar muchísimo y sin embargo no se hunde), pero solo vemos un 10% del volumen que ocupa en realidad. El resto, que corresponde al peso del volumen del agua, se encuentra dentro del océano.
El Principio de Arquímedes también explica el hecho de que un barco flote en el agua.
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