¿Pan bimbo, pan normal o colines?

¡Qué variada es la dieta mediterránea! Tanto que el pan, un alimento simple y casi indispensable a la hora de comer, se nos presenta en muchas modalidades. ¿Cuál es mejor? ¿Cuál es la más sana? ¿El pan bimbo con el que nos servimos un sándwich? ¿El pan de toda la vida? ¿O esa variedad pequeña llamada colín? Vamos a echar un vistazo general…

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Es obligatorio comenzar aclarando que no hay que volverse loco con este post: El pan es un alimento sano y muy nutritivo que aporta gran cantidad de hidratos de carbono que ayudan a equilibrar el porcentaje de proteínas, grasas y glúcidos que necesitamos día a día.

Como todo en este mundo si el pan se consume en exceso, ayuda a engordar. Pero estudios recientes nos aseguran a que ayuda a controlar el peso: 100 gramos de pan blanco aportan 290 calorías y 100 de pan integral 243 calorías. Éstas engordan menos que un bollo o 35 gramos de mantequilla.

A pesar de su gran variedad, todos son al fin y al cabo harina de trigo con agua, sal y levadura. Pero a diferencia de lo que se podría pensar, el pan de molde tiene más grasa y azúcares.

La barra de pan, la normal de toda la vida, es harina con agua y sal. Es decir: muchos hidratos de carbono, muy pocas grasas (a penas un 1,5%) y pocas calorías.

En cambio, el pan de molde incluye más ingredientes (además de hacerse con harina enriquecida) como el gluten de trigo, salvado, derivados lácteos, huevo, azúcar y grasas vegetales. Esto es debido a que se quiere aumentar el tiempo de conservación del mismo (y es más fácil de masticar). Aclaremos: no es que el pan de molde sea malo, sino que es menos saludable. Tiene un 5% de grasa pero aportan más proteínas (entre el 7% y el 10%).

Otro ejemplo al que se le añade grasa para aumentar el tiempo de conservación y algo de sabor es a la baguete.

¿Y los colines?

No hay nada científico que nos ayude a pensar que los colines ayudan a adelgazar. Los colines tienen los mismos componentes que el pan pero les pasa algo parecido al pan tostado. Cuando decidimos tostar el pan, el peso se ve reducido porque logramos eliminar el agua. Entonces, el resultado final es un pan más concentrado y que tiene más calorías por la misma cantidad de peso que un pan fresco. Es decir, engorda más. Incluso algunos colines contienen aceites y otras grasas entre sus ingredientes.

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