El otro día en el telediario me quedé maravillado con un nuevo invento de las tecnologías que seguro que os llama la atención a los amantes de este Blog. Todos, en algún momento del día salimos a pasear y dar una vuelta. Pues en la ciudad francesa de Toulouse han sabido sacar partido y recuperar la energía que gastamos en esas pisadas y aprovecharla para alumbrar las calles gracias a la máxima de que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. ¿Cómo? Vamos a verlo.
Se trata nada más y nada menos que de paneles (desarrollados por la compañía alemana Sustainable Dance Club) que cuando son pisados lo que hacen es contraerse 1 centímetro. Un motor convierte este movimiento en energía eléctrica.
Según comenta la empresa que los fabrica, una persona bailando sobre ellos puede generar hasta 20 watts (dependiendo de su peso). Esta energía, almacenada, puede ahorrar al ayuntamiento de Toulouse (que pretende instalar estos paneles en el centro y probarlos durante unas 2 semanas para ver el resultado) algo de energía. No será suficiente para, por ejemplo, alumbrar la ciudad entera, pero es un paso hacia una energía renovable que no agote nuestro sistema.
En relación a este tema existe el proyecto Pavegen, en el marco de la iniciativa Keep Walking. En este caso, la energía generada por las pisadas ilumina las baldosas y alumbra las farolas adyacentes. El 5 % de la energía generada con esta tecnología ilumina la propia baldosa mientras que el 95 % restante se almacena en baterías de muy poco tamaño. Estas baldosas son resistentes al paso de vehículos pesados y a fenómenos meteorológicos adversos, como la nieve o la lluvia.
Una idea muy innovadora que nos encamina a un futuro quizás más esperanzador.
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