Aunque la respuesta más lógica sería «a causa de un golpe», a algunas personas, entre las que me encuentro, sin ninguna razón aparente comienza a sangrarles la nariz. Esto puede ser por diversas razones que vamos a explicar a continuación.
Epistaxis es la palabra que se utiliza para denominar las hemorragias por la nariz. La nariz está repleta de vasos sanguíneos por lo que sucede habitualmente cuando la mucosa nasal está muy seca y, especialmente, en climas fríos. La mucosa es muy frágil, haciendo que sangremos con facilidad. Otras causas pueden ser sonarse muy fuerte, ponerse los dedos. Hay tipos de afecciones como la presión alta, sangre ligera, pólipos nasales, cáncer de cuello o de cerebro y obstrucciones nasales causan que la nariz sangre.
Es curioso, pero si hemos tomado una aspirina, esto puede producir dificultad para que las plaquetas de la sangre formen el coágulo.
¿Cómo detenemos el sangrado?
Debes empezar sujetando contra tu nariz un pañuelo de papel o un pedazo de tela suave. No debes sonarte la nariz, podrías provocar que el sangrado empeorase. Inclínate ligeramente hacia adelante. Si decides inclinarte hacia atrás, la gravedad ayuda a detener el sangrado sí, pero corres el riesgo de tragarte tu propia sangre, irritar de este modo tu estómago y provocarte vómito. Sujeta con dos dedos tu nariz bien cerrada durante 5-10 minutos. Si ponemos algo frío sobre el puente de la nariz, los vasos sanguíneos se contraerán.
¿Cómo evitar futuros sangrados?
En esta web nos dan algunas claves. Para evitar el ambiente seco, un humidificador o un spray nasal puede sernos de gran ayuda. Acalorarse puede llevar a una hemorragia nasal, necesitamos un ambiente fresco. Por último, evita tocarte la nariz muy a menudo, y menos si te acaba de sangrar.
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