Completando un poco el post de la semana pasada, en la que hablábamos de la importancia de distinguir entre intolerancia y alergia en el caso de la lactosa, es el momento indicado para que en el Blog toquemos el tan cacareado tema del gluten.
Como bien nos informa Wikipedia en estas ocasiones: «El gluten es un conjunto de proteínas contenidas exclusivamente en la harina de los cereales de secano, fundamentalmente el trigo, pero también la cebada, el centeno y la avena, o cualquiera de sus variedades. Representa un 80 % de las proteínas del trigo y está compuesto de gliadina y glutenina».
Una persona celíaca es aquella que es intolerante al gluten y que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.
Un alto porcentaje de pacientes (y hablamos de cifras en torno al 75%) están sin diagnosticar debido, a que durante años se ha relacionado con su forma clásica de presentación clínica. En el año 2005 entró en vigor la obligación de señalar la presencia de ingredientes que son causa de alergias e intolerancias alimentarias frecuentes, entre los que se encontraba el gluten.
Es importante adoptar precauciones ante los alimentos que se preparan con estos ingredientes, entre los que se encuentran los productos horneados como los panes y pasteles y comprobar las listas de ingredientes de los alimentos procesados, como platos precocinados, salsas de soja, embutidos, preparados sazonadores y mezclas de especias, helados, chocolates, dulces o chicles. Incluso a la hora de cocinar y hornear recetas en casa hay que evitar que el gluten contamine a los alimentos que no lo contienen.
Si tenéis más dudas sobre este tipo de productos, podéis consultar la página web de Beiker.
El Alquimista Ingeniero 
Deja una respuesta