Aunque no es un premio tan sonado como el de la paz o el de la literatura en los medios, el premio Nobel también tiene categoría en química. Este año el galardón ha ido a parar a los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell por sus recientes investigaciones.
Los tres galardonados vieron reconocido su trabajo en el desarrollo de microscopios de una mayor resolución que emplean moléculas fluorescentes y la técnica de nanoscopia, que ha abierto nuevos campos para la química y la bioquímica al permitir la observación molecular. De esta manera se puede estudiar moléculas individuales dentro de células vivas, algo hasta entonces imposible con las técnicas de los microscopios ópticos tradicionales. Es como si, de alguna manera, se pudiese encender y apagar la fluorescencia de moléculas individuales.
Un avance que contribuye al estudio de enfermedades como el alzheimer y el parkinson y que quizás nos ayude a entender un poco mejor procesos cognitivos que suceden en las neuronas de nuestro cerebro.
El Premio Nobel es el mayor galardón al que optan investigadores, escritores o activistas.
El Alquimista Ingeniero 
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