Las impresoras 3D han supuesto una evolución bastante importante en el apartado tecnológico. Como todo, hay quién decide buscar el reverso oscuro del invento, pero hay quien decide encontrarle una aplicación que pueda desarrollar su trabajo. De ahí que las impresoras 3D se haya vuelto muy importantes para el mundo de la química.
Imaginaos por un momento que pudiésemos crear productos químicos, los que quisiésemos o necesitásemos en cada momento. Es el objetivo que se han marcado los científicos de la Universidad de Illinois con una impresora 3D química, capaz de generar compuestos químicos y moléculas a partir de compuestos iniciales que hacen de materia prima.
La máquina parte de un compuesto inicial e induce la reacción química eliminando los subproductos indeseados que se generan. Es un proceso totalmente automatizado que puede durar horas donde la parte más complicada es eliminar los subproductos después de cada reacción química, para lo que los científicos idearon una nueva manera de aislar las moléculas que queremos.
Sus creadores aseguran poder conseguir miles de productos químicos diferentes partiendo de la base de 14 tipos diferentes de moléculas. Puede parecer un número bajo, pero que puede usarse para desarrollar nuevos medicamentos y productos en muy poco tiempo, reduciendo un trabajo que normalmente tarda en desarrollarse años.
Deja una respuesta