Seguro que más de una vez os ha sucedido: una cena copiosa y os vais a la cama para tener un sueño extraño. ¿Por qué nos pasa esto?
Aún no se puede dar una explicación que sea cierta al 100% debido a que el mundo de los sueños y el hecho de «dormir» forman parte de los grandes misterios de la ciencia. Pero aún así podemos hallar alguna pista con lógica.
En la revista QUO ya se lo preguntaron en su momento a John Allan Hobson, un profesor emérito de psiquiatría de la Harvard Medical School. Según este investigador, “los sueños siempre son inverosímiles” y cuando cenamos mucho o recurrimos a alimentos más indigestos, nuestro estómago tiene una actividad mayor de la normal.
Es probable que aligere nuestro sueño varias veces durante la noche y en cada uno de esos momentos, retenemos algo de lo que estábamos soñando. Cuando despertamos el cerebro ha juntado todos esos pequeños recuerdos y creemos que hemos soñado más y más inconexo de lo habitual.
El hecho de comer más hace que tu metabolismo acelere, de ahí el famoso dicho «Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo» para tener un sueño placentero y una vida más saludable.
Con este tema, el Blog coge vacaciones y se despide hasta septiembre. Pero nuestro buzón de sugerencias sigue abierto. ¿De qué tema queréis que hable próximamente?
El Alquimista Ingeniero 
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