¿Os imagináis que pudiésemos eliminar la contaminación de alguna forma? Pues en el blog nos hemos enterado de que es posible y de que se está llevando a cabo. ¿Queréis saber cómo?
No hay que irse a ningún futuro distópico de película de ciencia ficción para saber que la contaminación puede eliminarse. China, que parece haberle declarado la guerra a la polución, se ha vuelto pionera en este asunto. El proyecto del que os vamos a hablar ha sido galardonado con el primer premio en la competición internacional de diseño de rascacielos, organizado por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH).
El encargado de la idea ha sido un joven arquitecto británico residente en la ciudad de Tianjin llamado Alexander Balchin, que ha diseñado un rascacielos capaz de absorber el aire contaminado por la parte más alta y devolverlo completamente limpio por la base. ¿No os parece imaginativo y genial?
Cuando este joven arquitecto se enteró de que en el año 2011 cerca de 1.200 personas habían muerto en Tianjin (una ciudad de más de 12 millones de habitantes) debido a la contaminación producida por la frenética actividad industrial de la ciudad (debido a los incineradores, calderas, altos hornos…), no dudó en actuar.
No es un asunto de broma: los indicadores relativos al monóxido de carbono en la ciudad estaban 10 veces por encima del nivel recomendado por la Organización Mundial de la salud (OMS). A eso había que sumar el hecho de que las condiciones medioambientales no ayudaban. Debido a la forma de la ciudad, el aire circula entre sus grandes edificios favoreciendo la acumulación de partículas tóxicas.
De esta manera, Balchin diseñó la ‘Clear Air Tower‘, nada más y nada menos que un rascacielos alimentado por energía solar y cuya principal característica es una estructura semejante a una chimenea que absorbe la contaminación e ioniza el aire para separar las partículas nocivas y las depura al pasar por distintos filtros purificadores. Finalmente, una vez limpio, el aire es soltado de nuevo al exterior.
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