Y tú malgastando electricidad cuando podrías bajar la factura de la luz con un invento, tan sencillo, como este: una lámpara que funciona con sal.
Su inventora es Aisa Mijeno y asegura que esto no es tecnología espacial, sino cosas que se estudian en las clases de Química en el instituto y que basta con aplicarlas.
¿Estuvisteis atentos? Pues ella y su hermano sí, y han creado una lámpara que funciona con sal en vez de con electricidad. «Sorprende que el 70 por ciento de la superficie de la Tierra sea agua salada y solo una chica filipina haya pensado en usar este enorme recurso para encender lámparas» dice.
Ingeniera de formación, durante mucho tiempo estuvo conviviendo con una tribu Kalinga, colaborando con una ONG. Como no tenían acceso a la electricidad, usaban queroseno para sus lámparas, lo que les llevaba a caminar cerca de 12 horas para conseguirlo. El sistema tenía muchos inconvenientes: caro, peligroso, contaminante e inflamable. Y no paró hasta ver cómo podía solucionar el problema.
En 2013, la incubadora de start-ups filipina Ideaspace Foundation le permitió presentar su proyecto en su competición anual. Ella y su hermano Raphael crearon Startup Alternative Lighting o SALt, que utiliza tecnología de celdas galvánicas, pero en lugar de electrolitos emplea algo tan común como el cloruro de sodio. Es capaz de funcionar ocho horas al día durante al menos seis meses. Después basta con reemplazar el ánodo.
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