Es increíble lo que la gente puede llegar a hacer sin conocimiento alguno. Una nueva moda ha surgido en nuestros entornos y se trata de nada más y nada menos que esnifar cacao.
En el año 2007, el belga Dominique Persoone, uno de los maestros chocolateros que hay por el mundo diseñó un artefacto que servía para aspirar chocolate como cualquier droga. La máquina se carga con dos cucharadas de una mezcla en polvo de cacao con menta y jengibre. Al apretar un botón, lanzan el polvo por el orificio nasal. Según su propia explicación «La menta y el jengibre activan tu nariz y el chocolate se queda en el cerebro». Desde entonces ha sido capaz de vender más de 25.000 unidades de dicha máquina.
Y, ¿Es peligroso esnifar chocolate? El efecto que produce el cacao en nuestro cuerpo es el de una inyección de endorfinas directa al sistema circulatorio que puede derivar en euforia. Además, contiene altas cantidades de magnesio, lo que relaja los músculos y flavonoides que mejoran la circulación y la función cognitiva, según un estudio publicado por la Revista Estadounidense de Nutrición Clínica. En término psicotrópicos no hay registros de peligro o adicción, pero eso no quiere decir que sea inofensivo puesto que el chocolate tiene un montón de propiedades que lo hacen ser una sustancia adictiva y, obviamente, tiene un efecto en el cerebro.
Además, el hecho de esnifarlo tiene un efecto más inmediato que comerlo pues desde los pulmones se dirige directamente a la sangre que lo lleva al cerebro. Un efecto más alto, pero con menos vida útil lo que lleva a quienes esnifan sustancias a la necesidad de hacerlo varias veces en un periodo relativamente corto de tiempo.
El Alquimista Ingeniero 
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