Es uno de los temas más candente de la actualidad: el dichoso aceite de palma. ¿Sabemos el porqué de tanta guerra con él? ¿Conocéis la realidad del asunto? ¿Es realmente perjudicial para la salud? Hoy, vamos a analizarlo bien.
Procedente de una palmera más pequeña que la tradicional que nos viene a la memoria, la ‘Elaeis guineensis’, es cultivada en África y en el sureste asiático para obtener aceite de palma, que ha causado un gran revuelo en los telediarios de las últimas semanas.
Actualmente, podemos encontrarlo en diversidad de productos: cremas, productos para untar, alimentos infantiles, pastelería y bollería industrial, productos para limpieza, alimentos precocinados, snacks, salsas industriales, cosméticos y velas. Lo cierto es que su producción se ha cuadruplicado en los últimos 20 años debido al gran consumo entre países como China, India, Indonesia y la Unión Europea y a que actualmente es el aceite vegetal más barato.
Dejando a un lado el daño ecológico que ocasiona (debido a que procede de una planta y provoca inevitablemente deforestación y desaparición de especies en peligro de extinción como los orangutanes), tiene efectos sobre la salud debido a que es muy rico en grasas saturadas. Está compuesto casi en un 45% de ácido palmítico, un ácido graso saturado. Esto trae consigo el aumento de los niveles de colesterol LDL (el malo) y, consigo, el riesgo de enfermedades cardiovasculares (hipertensión, infartos, ictus). La OMS o la Fundación Española del Corazón advierten del riesgo que supone su consumo. Incluso, algunos estudios lo han relacionado con el cáncer.
De todas formas no deberíamos dejarnos llevar por el pánico. Se trata de un ingrediente a evitar en la medida de lo posible y, para ello, debéis conocer bajo qué nombres aparece. Aunque por normativa europea, todos los productos comercializados deberían indicar el origen botánico de sus grasas vegetales, esto puede que no sea así. En el etiquetado deberá aparecer claramente aceite de palma o palmiste pero, para saber si un aceite vegetal es de palma, podéis comprobar el contenido en grasas saturadas y, si se acerca o supera el 50%, es muy probable que sea aceite de palma.
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