No lo digo yo, ¿Eh? No penséis que me he venido muy arriba. En el último número de la revista Physical Review Letters se ha publicado que un equipo con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) habría demostrado que el agua líquida pura puede existir a 43 grados bajo cero, el mínimo alcanzado hasta ahora.
Aparte de ser el líquido más abundante del planeta (si no lo desertizamos antes), tiene unas propiedades anómalas que han traído al ser humano de cabeza toda la vida. Es curioso, por ejemplo (por citar alguna propiedad curiosa), que su densidad sea máxima a 4°C… o que su forma sólida sea menos densa que en estado líquido.
Si nos fijamos en la capacidad calorífica, o la cantidad de energía necesaria para cambiar la temperatura de una sustancia, aumenta cuando el agua se enfría por debajo del punto de congelación (0°C) debido a los puentes de hidrógeno: Las moléculas de agua en su estado líquido o sólido se enlazan entre sí mediante puentes de hidrógeno que, a su vez, forman una red tridimensional responsable de sus extrañas propiedades.
Los experimentos llevados a cabo habrían consistido en preparar gotas de seis micras de diámetro en una cámara de vacío, haciéndolas viajar a una velocidad de 72 kilómetros por hora, permitiendo su rápido enfriamiento por evaporación superficial. Para determinar si las gotas seguían siendo líquidas en un punto o se habían congelado, se iluminaron con un haz láser focalizado.
Esta técnica, que produce agua líquida subenfriada, se puede emplear en más experimentos.
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