De pequeños todos hemos sufrido algún proceso gripal, un resfriado, o un catarro que nos ha producido fiebre. Seguramente el familiar de turno ha soltado la típica frase de «¡Tranquilo! ¡Que así te haces más grande!». ¿Es eso cierto? ¿Crecen los niños cuando tienen fiebre? ¿O es una creencia popular de nuestras abuelas?
¡Pues estamos ante un hecho científico amigos míos! Sorprendentemente, cuando los niños tienen fiebre, pegan un estirón. Como podemos leer en el link que adjunto, aunque la talla final de un niño dependerá de la altura de los padres, durante el tiempo que está en la cama por culpa de una enfermedad, puede sufrir un acelerón temporal del crecimiento debido a que la fiebre estimula la hormona del crecimiento o somatropina.
La hormona del crecimiento es una hormona encargada de regular el crecimiento postnatal, el metabolismo y el balance electrolítico y disminuye los depósitos de grasa, aumenta la captación de proteínas y mantiene la masa y fuerza muscular.
Pero no solo un proceso febril ayuda a crecer, la mayor parte de la actividad celular que produce el crecimiento se origina durante la fase de descanso y reposo.
Además, existe un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad Emory de Estados Unidos que establece una relación entre horas de sueño y el crecimiento de los niños. Al parecer, demostró que los estirones están relacionados con un aumento de las horas que duerme el niño.
El Alquimista Ingeniero 
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