Sí, estamos en la época más calurosa del año y es inevitable que sudemos. Ese líquido transparente que segregan las glándulas de la piel de los mamíferos y que se expulsa a través de los poros suele traer, también, malos olores (cuando se deja que permanezca largo tiempo sobre la piel) y algunos están buscando nuevas herramientas que les permitan eliminarlos o, directamentem plantarle guerra al sudor.
El paso principal para combatir el sudor es una correcta higiene y el uso de desodorante tras la ducha. Pero existe una nueva moda o tendencia que se basa en un tratamiento con bótox. Se trata de realizar varios pinchazos en la piel y bloquear la acción de las terminaciones nerviosas responsables de la producción de sudor de las glándulas ecrinas. Sus resultados parecen incuestionables pues reduce bastante la sudoración al cabo de una semana pero hay una gran pega: tienen fecha de caducidad. Pasado un tiempo estimado de unos meses, hay que repetir el tratamiento, aunque cada vez se suda menos. Es decir, los efectos son acumulativos.
Otros han preferido pasarse a algo más natural, recelan del exceso de compuestos químicos en algunos productos. Por eso utilizan la llamada piedra de alumbre. Están compuestas a base de las sales de origen mineral. En seco, se mantienen neutras y, al entrar en contacto con el agua o la piel húmeda por el sudor el alumbre se disuelve y libera iones de aluminio que obstruyen los poros.
Aunque el sistema es similar, las piedras de alumbre son algo menos efectivas. Sirven para controlar el olor, pero no lo eliminan del todo.
A mi, no me ha convencido ninguno de los dos y, creo, que voy a continuar con mi desodorante habitual.
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