La agencia europea de seguridad alimentaria considera “no seguro” el E-171, aunque no supone un riesgo inminente para la salud. Está presente en chicles, helados o salsas.

El dióxido de titanio, E171, es un aditivo muy común en la industria alimentaria por sus propiedades de blanqueante y opacitante. Se utiliza, sobre todo, en golosinas, productos de chocolate, galletas y chicles, así como en complementos alimenticios. Pero, al parecer también es peligroso.
Hay una larga lista de aditivos de uso alimentario autorizados en Europa, pero no todos son necesarios, entre ellos hay algunos tienen una función simplemente estética. Según nos informa esta noticia de El Pais, La Comisión Europea propondrá a los Estados miembros prohibir el dióxido de titanio como aditivo alimentario. Ya fue prohibida en Francia en 2020 (Se consideró que puede entrañar riesgos como alterar la microbiota o flora intestinal, causar inflamación intestinal o aumentar el riesgo de cáncer y problemas de colon) y la propuesta llega horas después de que la agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA) haya actualizado su evaluación de seguridad de este aditivo, que según el organismo consultivo ya no puede considerarse seguro.
En cualquier caso, la Comisión destaca que la EFSA no ha identificado ningún problema sanitario urgente con esta sustancia, por lo que la propuesta se debatirá en las próximas semanas.
Expertos en nutrición piden no caer en el alarmismo, dado que no hay un riesgo inminente para la salud si se consume algún producto con este aditivo.
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