Cuando estamos tomando el sol en la piscina o en la playa durante el verano, los mosquitos hacen acto de presencia con bastantes malas intenciones. Somos el blanco preferido al estar en bañador y no tener casi ropa es como un buffet libre para ellos. Una buena idea es usar un repelente y si sudas o te mojas, aplicarlo nuevamente. Además deberíamos lleva ropa clara y que cubra la mayor parte de tu cuerpo. Olvidaos de llevar algún tipo de aparato eléctrico anti-mosquitos para encender durante la noche porque existen multitud de estudios que demuestran que no tienen ningún efecto en prevenir las picaduras de mosquito, sea de la especie que sea.
Imagen de Pandora-Magazine.
Hace poco oí hablar de que no todas las personas tenemos la misma posibilidad de ser picados por mosquitos. Una de cada 10 es más atractiva para «ellas». Sí, «ellas» son las que nos pican por la necesidad de sangre para desarrollar huevos fértiles. Pero el hecho de que los mosquitos se sientan más atraídos por unas personas que por otras puede llevar a equívocos.
Por internet se ha extendido el rumor de que tomar vitaminas del Complejo B, o parches y otros productos puede hacer de repelente y evitar las picaduras. Curiosamente, los estudios de la década de los 60 indican que tomar pequeñas dosis de suplemento de Complejo B al menos tres veces al día ayuda a producir un olor a piel que los mosquitos encuentran repugnante.
Lamentablemente estudios más recientes han desmentido este mito. En 2005, la American Mosquito Control Association, realizaron la prueba con un grupo de individuos. A unos les suministraron vitamina B y a otros C durante unas semanas y otros no recibieron suplementos. Con la ayuda de un enjambre de mosquitos intentaron determinar si los suplementos tenían algún efecto. Finalmente se llegó a la conclusión de que el atractivo de cada sujeto a los mosquitos varía considerablemente y que no había pruebas de que las vitaminas B hicieran nada para ayudar a evitar la picadura de los mosquitos.
Así que tendremos que seguir tirando de nuestros repelentes habituales (el DEET es el más conocido) pero usándolos de una manera adecuada. Los repelentes de insectos son sustancias que se aplican en las zonas de piel expuesta o en las prendas de vestir para evitar el contacto con el insecto. Y hay que seguir las instrucciones al pie de la letra pues algunos repelentes son para rociar sobre la ropa y no se pueden aplicar sobre la piel y viceversa. Eso sí, olvidaos de las pulseras anti-mosquito. Según un informe de la OCU no evitan las picaduras.
Hay investigaciones en marcha que han identificado algunas especies de mosquitos que se alimentan de vacas, ciervos, gamos, jabalíes, gatos, perros, caballos y hasta tortugas. Otros, sin embargo, prefieren animales con pluma. Quién sabe si más adelante podremos averiguar cuales son los que solo pican a los seres humanos. Tiempo al tiempo.
Un estudio australiano con gemelos ha comprobado que el 85% de la susceptibilidad a las picaduras radica en los genes, pero no se conoce todavía no conoce cuáles están implicados pero, como todo en esta vida, la química tiene mucho que decir: altas concentraciones de esteroides o colesterol en la piel, de ácidos úrico y láctico y ciertos perfumes pueden atraerlos. El tipo de sangre también es un factor pues parece que estos bichos prefieren el grupo 0. Al parecer los mosquitos son capaces de identificar nuestro tipo de sangre gracias a unas sustancias que crea nuestro cuerpo.
Otro dato curioso viene de otro estudio del “Journal of the American Mosquito Control Association” que asegura que beber cerveza pueden hacernos especialmente apetitosos para estos bichos.
Recordemos que los mosquitos son atraídos por la temperatura corporal y la ropa húmeda, no por el sudor ni por que nuestra sangre sea más dulce. Si hay mosquitos cerca olvídate de hacer deporte o serás un blanco fácil debido al CO2 que emites cuando respiras de manera acelerada y al ácido láctico de tu sudor.
Alquimista Ingeniero 
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