Nos gusta ver las bebidas acompañadas de cubitos de hielo, o disfrutar de ellas cuando están frescas en verano. Cuando ponemos agua en las cubiteras y la metemos al congelador, no tenemos que esperar mucho tiempo para ver cómo pasa a convertirse en cubitos de hielo. ¿Por qué no sucede lo mismo con el alcohol?
Todo se debe al componente principal de las bebidas alcohólicas: el etanol. Una de las características de este compuesto es que su temperatura de congelación es de -114°C, una temperatura muy baja, mucho más baja que la que puede alcanzar un congelador doméstico (que es aproximadamente de -20°C.
Si se encuentra mezclado con otros ingredientes, algo que sucede en todas las bebidas alcohólicas, su temperatura de congelación se eleva. Cuanto mayor sea el porcentaje de alcohol, menor es el punto de congelación. El vodka, el ron o el whisky son casi imposibles de congelar, es más posible con cerveza y vino.
Es semejante a lo que sucedía con la sal para derretir el hielo de las aceras y convertirlo en agua (recordamos que la temperatura de congelación del agua pura es 0°C), un tema que vimos hace apenas unos días.
Os dejo un curioso video en el que se congela una cerveza tras meterla en el frigorífico durante veinte minutos y después darla un pequeño golpe. ¿Curioso? No, ¡Química pura y dura!
Es improbable encontrar a gente con conocimientos sobre este asunto , pero creo que sabes de lo que estás escribiendo. Gracias compartir un articulo como este.
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