Si nacisteis en la segunda mitad del siglo XX (algo muy probable), seréis de esas personas a las que, cuando le mencionan ‘El triángulo de las Bermudas’, recuerde los extraños sucesos que siempre han acontecido en aquel extraño paraje. Pues parece que, por fin, hay una explicación que deja el misterio resuelto.
Por si no lo conocíais, se llama triángulo de las Bermudas al área geográfica situada en el océano Atlántico entre las Bermudas, Puerto Rico y Miami (Florida). Si unimos estos tres lugares con líneas imaginarias aparece, lógicamente, una superficie con forma de triángulo equilátero y que es utilizada de forma frecuencial al ser parte de una ruta de navegación de cruceros y otras embarcaciones.
Fue en 1953 cuando, por culpa de varios artículos escritos que alertaban de la peligrosidad de la zona, cuando se acuñó el término de triángulo de las Bermudas. Pero, sin embargo, las estadísticas desmontan rápido la supuesta «maldición» del lugar, pues no indican que en esa zona haya más desapariciones de barcos y aviones que en otras zonas de igual tráfico. De hecho, muchos de los supuestos misterios sucedidos en ese sitio se desmoronaban al analizarlos con detalle.
¿Pero cuál es la explicación de tanto misterio «sobrenatural»?
Pues la solución ha sido encontrada sorprendentemente en Noruega, un lugar que, en apariencia, está muy alejado de los hechos. Allí, los científicos encontraron cráteres (hablamos de 1’6 kilómetros de ancho y 45 metros de profundidad) que se cree que fueron creados por una explosión de gas metano bajo el lecho marino. Se especula con la posibilidad de que esto sea lo que ocurre también en esa zona.
De ser así, las erupciones de metano podrían producir zonas en las que el agua, espumosa al estar mezclada con el gas, podría causar problemas de navegación a los barcos debido a que se hundirían muy rápidamente. Los experimentos en el laboratorio han probado que las burbujas mezcladas con el agua hacen que disminuya su densidad, lo que puede conseguir que un barco se hunda.
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