No uséis azufre para ahuyentar a los perros

Ya sabemos que resulta bastante molesto encontrarse orín de perro en las esquinas de la fachada de las casas, pero no hace falta tomar medidas drásticas para acabar con este asunto. La gente utiliza azufre para ahuyentar a estos animales, pero desconocen los peligros de un elemento químico así. Procederemos a analizarlo un poco.

Imagen propiedad de SoyDG.

El azufre es un no metal con un color amarillo bastante fuerte. Debido a que es fácilmente accesible y de bajo precio, se utiliza en procesos industriales tan variados como la producción de ácido sulfúrico para baterías, o para la fabricación de pólvora y el mismo vulcanizado del caucho. En nuestro caso los dueños de las casas lo utilizan debido a sus olores desagradables a modo de repelente. Este producto se degrada naturalmente y es beneficioso para el suelo sí, pero también es tóxico. De hecho en este Blog de una agrupación aseguran que está prohibido, y tras ojear un poco lo he corroborado. Como bien dicen «Así como es obligatorio que los dueños de animales recojan los excrementos de los mismos en sus paseos por la vía pública, está prohibido echar azufre u otros productos venenosos en las esquinas o entradas de los edificios«.

De todas maneras, tengamos un poco de cabeza. Para que nos hagamos una idea de la toxicidad del azufre (y de los compuestos derivados) vamos a poner el ejemplo del dióxido de azufre, que al reaccionar con el agua atmosférica produce la llamada lluvia ácida, que irrita las mucosidades y los ojos, provocando tos al ser inhalado. El consumo o inhalación del azufre es tan grave para animales como para personas y puede provocar insuficiencias respiratorias que causan asfixia o, en caso más extremo, la muerte. Además, si hay una alcantarilla cerca, podemos contaminar el agua e incurrir en un delito ecológico. ¿Merece la pena correr el riesgo?

Además al parecer no es un remedio tan efectivo como se pinta. Su mal olor no hace que sea una evidencia científica, es decir, no nos aseguramos al cien por cien que el perro del vecino no vuelva a mear en tu esquina. Y la ley es tajante: La deposición de productos químicos en la vía pública es una práctica prohibida. Tampoco creo que la solución sea llamar a la perrera puesto que el perro no tiene ninguna culpa, el amo es el irresponsable.

Si lo que queremos es que los perros no meen en nuestra fachada (y queremos hacer las cosas correctamente) podemos usar otros métodos para ahuyentarlos. Si hablar con el dueño tampoco funciona (lo de «hablando se entiende la gente» no es cierto siempre) podemos utilizar otro método. Leo por una web que poner vinagre es un método más efectivo. El vinagre tiene un olor fuerte para los perros y no es tóxico.