Hoy tenemos un tema propuesto por Diego Rodríguez, excompañero de clase en la Universidad de Valladolid. Como el refranero popular es muy extenso seguro que todos nosotros hemos oído alguna vez esa expresión de dar «Una de cal y otra de arena«, pero realmente… ¿de dónde sale esta expresión? Y sobre todo… ¿Cuál es la buena de las dos?
Como yo tampoco tenía ni idea, he decidido indagar un poco por la red a ver que encontraba por ahí y, en efecto, he encontrado la respuesta. Según el Blog «Hombre Refranero» (abstener la rima) la expresión trata de alternar lo positivo con lo negativo. Tiene su origen en el mundo de la construcción, a la hora de hacer la mezcla en el mortero para unir las piedras o bloques (cuando no se usaban ladrillos). La cal y la arena se usan como materiales opuestos, que no tienen nada que ver el uno con el otro.
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¿Y cuál es la buena? ¿la cal o la arena? Pues al parecer se dice que los malos constructores intentaban dar más arena que cal. Lo correcto sería dar más cal que arena. Una de cal y otra de arena y la obra saldrá buena, una de cal y otra de arena hacen la mezcla buena.
Para más información añadir que los morteros son mezclas plásticas obtenidas con un aglomerante, arena y agua, que sirven como material de agarre para unir las piedras o ladrillos que integran las obras de construcción. Es decir, un compuesto que se hacía con una palada de cal (un material un tanto caro) y otra de arena (más abundante y menos costosa).
Duda resuelta.
Alquimista Ingeniero 
He leído en un sitio acerca de «refranes podados», donde se citan ciertos refranes que han perdido su segunda mitad, y se cita justamente este refrán como uno de los ejemplos. Ahí se indicaba que en un principio el refrán completo decía así:
Una de cal y una de arena (y la obra saldrá buena).